Operan en California y Texas, pero se expanden rápidamente a otros estados, señala el FBI
Esos grupos no sólo participan en el contrabando de armamento y drogas, sino que también colaboran en la protección de rutas, el cobro de deudas e incluso en ejecutar a traficantes rivales, destaca el reporte.
Al menos 33 pandillas de Estados Unidos mantienen contacto con los cárteles de la droga mexicanos, revela un informe elaborado por el Buró Federal de Investigaciones (FBI por sus siglas en inglés), en el que señala que estas bandas sirven al crimen organizado no sólo en el tráfico de drogas, armas o personas, sino también protegen sus intereses en las ciudades fronterizas con México.
En el documento se menciona que las pandillas sureñas o de origen mexicano que tienen presencia en California se han expandido más rápidamente que otras a lo largo del territorio estadunidense.
Así lo documenta el Informe Nacional sobre la Amenaza de las Pandillas 2011, elaborado por el Centro de Inteligencia Nacional Antipandillas, organismo creado por el FBI.
Sin embargo, no sólo son las bandas hispanas o de afroamericanos quienes colaboran con los cárteles, pues a éstos también se han sumado grupos de “supremacía blanca” para obtener dinero para sus actividades.
Se destaca que muchas de estas bandas tienen fuerte presencia en cárceles estadunidenses, donde distribuyen la droga de los mexicanos. Algunas de éstas son conocidas como Hermanos de Pistoleros Latinos (HPL), La Eme, el Texas Syndicate, Barrio Azteca
y Tango Blast.
y Tango Blast.
De acuerdo con el mencionado organismo del FBI, pandillas como Latin Kings, la MS-13 (Mara Salvatrucha), Sureños y Norteños trabajan para las organizaciones criminales mexicanas.
Sureños 21, en California y Carolina del Sur, mantienen una estrecha relación con el cártel de Los Zetas.
Según reportes del Departamento de California de Corrección y Rehabilitación, pandillas como Hermandad Aria y La Eme, quienes son rivales en las prisiones, trabajan en conjunto con las organizaciones del narcotráfico en la introducción de droga, robo de vehículos, contrabando de armas, además de que amenazan a los rivales de los cárteles mexicanos.
En el expediente sobresale que los pandilleros de origen estadunidense son la pieza más valiosa del crimen organizado, particularmente los de California y la frontera de Texas, pues por lo general pueden cruzar la línea fronteriza entre México y EU sin mayores restricciones, ya que la ley de ejecución y vigilancia es menos rigurosa para ellos, por lo que pueden llevar grandes cargas de drogas.
Las pandillas también son usadas para proteger las rutas de contrabando, el cobro de deudas, transporte ilícito de mercancías, incluidas las drogas y las armas, y ejecutar a los traficantes rivales.
Estas bandas han adquirido un mayor control sobre la distribución de drogas en las zonas rurales y las áreas suburbanas.
Algunos integrantes de estas bandas, como Barrio Azteca, MS-13 y Sureños han sido detenidos por transportar armas de fuego y dinero hacia México, en estados como California, Colorado, Georgia y Texas.
El informe puntualiza que la colaboración entre pandillas y cárteles alteró la forma en que se distribuía drogas en EU, pues las bandas ahora consiguen directamente los estupefacientes, haciendo a un lado a los intermediarios.
El cártel de La Familia, según los reportes de inteligencia, también tiene un centro de control en California, para la distribución de drogas a través de pandilleros.
Línea fronteriza
El FBI indica que la frontera entre México y Estados Unidos facilita a los pandilleros no sólo el tráfico de drogas o armas, pues ahora también participan en el tráfico de indocumentados, la trata de personas, extorsión y secuestro.
La violencia en el norte de México, la cual incrementó el número de asesinatos en los cuatro años recientes por la disputa entre los cárteles, disparó también el número de crímenes en las comunidades fronterizas de Estados Unidos.
Las bandas de hispanos, entre ellas las de origen salvadoreño, fortalecieron sus vínculos con los cárteles de los Arellano Félix, los Beltrán Leyva, Juárez, Golfo, Zetas, Sinaloa y La Familia.
Los grupos
Estas son las pandillas identificadas como colaboradores de los mencionados cárteles:
Mafia, Hermandad Aria, Avenidas, Bandidos, Barrio Azteca, Barrio Westside, Familia Guerrilla Negro, Bloods, California México, La Eme, Crips, Hardtimes 13, Happytown Pomona, Hells Angels y Hermanos de Pistoleros Latinos.
Igualmente, La Familia Nuestra, Latin Kings, Lennox 13, Mara Salvatrucha (MS-13),
Mafia Mexicana, Mongoles, Norteños, Satins Discípulos, Sureños, Tango Blast, Texas Mexican Mafia, Texas Syndicate, Bombarderos de Tri-City, Vagos, Vatos Locos, Westside Nogalitas, Espalda Mojada de Energía, Jóvenes Prodigiosos y Pandilla de la Calle 18.
El riesgo
Se calcula que en Estados Unidos existen más de 33 mil pandillas, que son responsables, en promedio, de 48 por ciento de todos los delitos violentos en la mayoría de las jurisdicciones, y hasta 90 por ciento en algunas.
El FBI subrayó que estas bandas están participando cada vez más en delitos que no están tradicionalmente ligados a las pandillas, como el tráfico de personas, la prostitución y algunos delitos de cuello blanco, como la falsificación de productos, robo de identidad y fraude hipotecario.
“Los pandilleros representan una amenaza cada vez mayor debido a su adquisición de armas de fuego de alto calibre y tipo militar. Esto aumenta las probabilidades de enfrentamientos letales con las fuerzas del orden público y con el público en general”, enfatiza el informe.
Las pandillas utilizan tecnología nueva y avanzada, incluyendo las redes sociales, lo cual las ha hecho más adaptables y sofisticadas. Esto les permite llevar a cabo sus actividades delictivas de una manera discreta y a la vez conectar con otros pandilleros, organizaciones criminales y posibles reclutas.
Corresponsal: Rubén Mosso
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