martes, 18 de septiembre de 2012

La frontera de la necropolítica (La guerra de los Zetas)





El periodista Raymundo Pérez Arellano, engullido y luego liberado en Reynosa, Tamaulipas, por una máquina de guerra en marzo de 2010, describe a ésta como un convoy de siete camionetas Escalade negras encabezadas por una Cherokee gris. “Era la visión de un dragón, peligroso y seductor”, relata en su testimonio, un texto demencialmente difícil de olvidar, titulado “Voy a morir porque creen que soy un Zeta”. Si el reportero –con experiencia en la cobertura de operativos del Ejército y la Marina Armada– no hubiera sabido que el jefe del comando que lo detuvo en la ciudad fronteriza con McAllen, Texas, era integrante del cártel del Golfo, como avisaban leyendas escritas en las ventanas laterales y traseras de los vehículos del convoy armado, dice que habría pensado que estaba frente a un militar de las fuerzas especiales mexicanas. El “comandante” ante el que el periodista fue llevado “tenía el cabello corto, barba de candado, cuerpo fortalecido por horas y horas de gimnasio y varios tatuajes que recorrían sus brazos. Llevaba chaleco antibalas, pantalones cargo, una fornitura en su pierna con una escuadra nueve milímetros y, atravesando su pecho, un fusil AR-15 con un cargador de tambor doble, de los llamados “huevos de toro”.
 
El filósofo camerunés Achille Mbembe explica que a la par de los Ejércitos tradicionales han surgido máquinas de guerra. “Máquinas de guerra que se conforman por segmentos de hombres armados que se dividen o se suman entre ellos, dependiendo de la tareas por realizarse y las circunstancias. 
 
Organizaciones polimorfas y difusas, las máquinas de guerra se caracterizan por su capacidad de metamorfosis. Su relación con el espacio es móvil. A veces gozan de vínculos complejos con estructuras del Estado (desde la autonomía hasta la incorporación)”. Una representación de las máquinas de guerra mexicanas sería el convoy armado que secuestró al periodista Raymundo Pérez Arellano en Reynosa o la caravana que asaltó de forma táctica Ciudad Mier, Tamaulipas, la mañana del 22 de febrero de 2010. Sin embargo, el motor de estos artefactos es menos fácil de identificar porque se encuentra oculto en una estructura necropolítica que cruza de forma transversal diferentes niveles de Gobierno, desde el punto más alto en la escala del poder, hasta las zonas más bajas. Dicha estructura es la que produce las representaciones de las máquinas de guerra que recorren y siembran terror en territorios inmensos, como sucede en Nuevo León, Tamaulipas y Coahuila, una región del noreste mexicano cuya extensión territorial abarca más de la mitad de América Central.
 
Dos meses antes de la aparición masiva de máquinas de la guerra como la que secuestró al periodista Raymundo Pérez Arellano, ocurrió un hecho parteaguas en la situación de violencia que vive México: el asesinato del capo Arturo Beltrán Leyva y la exhibición de su cadáver como un trofeo mortuorio por parte de la Marina Armada. Este acontecimiento marcó el comienzo de una nueva estrategia de combate al crimen organizado por parte del Gobierno de Felipe Calderón. Tres años antes de ese momento, el Presidente, en medio de la mayor crisis política del México moderno, se vistió de General y se hizo retratar rodeado por cuatro mil soldados en un cuartel de Apatzingán. Ahí invocó el término guerra en contra del narco, sin contar con una idea militar clara de lo que hablaba.
 
A partir del asesinato de Beltrán Leyva, la estrategia– según un alto funcionario federal que entrevisté– tendría “menos miramientos”. 
La noche del 16 de diciembre de 2009, un marino colocó con sumo cuidado billetes de 500 pesos y 100 dólares encima del cuerpo inerte del capo. Beltrán Leyva era un traficante sinaloense que decidió romper con el cártel de Sinaloa liderado por Joaquín el Chapo Guzmán, para emprender una empresa propia. Para realizar este negocio de altos vuelos construyó una sociedad con la organización de los Zetas, con quienes transportaría cocaína colombiana por los estados colindantes con el Golfo de México, en los que sus asociados tienen presencia. La manipulación del cadáver del hombre que había roto el statu quo del narco en el país, no fue un accidente o un evento casual ocurrido al calor de la batalla. Se trataba de un nuevo mensaje lanzado desde las zonas más guerreristas y sombrías el Gobierno federal: “¡Vamos a actuar como si estuviéramos en una situación de guerra porque lo estamos!”, me dijo el funcionario que consulté por esos días.
 
Sin miramientos...

La difusión de las fotos del cuerpo de Arturo Beltrán Leyva el Barbas formaba parte de una táctica en la nueva estrategia, en la cual se haría “valer de manera contundente el monopolio de la fuerza. El Gobierno va a ir por los criminales y no va a tener miramientos, eso es lo que significa esa fotografía. Teníamos que tomar la decisión de entrar de lleno a combatir esta situación, como si fuera realmente una guerra y eso es lo que estamos haciendo ya”.
 
El lado oscuro de la política

Éste es un fragmento del epílogo del nuevo libro del reportero Diego Enrique Osorno: La guerra de los Zetas. Viaje por la frontera de la necropolítica, de Editorial Grijalbo, el cual fue prologado por el escritor Juan Villoro y empezará a circular esta semana en librerías de todo el país.
 
Posdata

En el año 2000, cuando el PRI dejó al fin la Presidencia de México, en el noreste del país nacieron los Zetas, una banda que entonces parecía una anécdota fugaz del mundo del narco. Doce años después, el PRI regresa al poder y los Zetas parecen eternos mientras libran una guerra contra el cártel de Sinaloa, la organización criminal más fortalecida durante los Gobiernos panistas. 
 
En esta aproximación inédita a una región fronteriza que a diferencia de Tijuana y Ciudad Juárez ha sido poco documentada, Diego Enrique Osorno recorre los sitios que han padecido los mayores estragos de violencia causados por ese enfrentamiento. En un itinerario que abarca pueblos y ciudades de Nuevo León y Tamaulipas, el autor habla con pobladores, generales, jóvenes sicarios, alcaldes, periodistas, policías, empresarios, migrantes, familiares de desaparecidos y vendedores de armas. Consigue información reveladora, entre la que destacan las confesiones de Óscar López Olivares, el Profe, quien, junto a Juan Nepomuceno Guerra y Juan García Ábrego fundó el cártel del Golfo. Su relato en voz propia ofrece claves cruciales para conocer la raíz histórica de lo que sucede hoy en día. Así, a lo largo de este viaje, el lector va conociendo cómo durante la transición democrática fallida ocurrió el colapso de la añeja narcopolítica del PRI con la nueva necropolítica del PAN.
 
La guerra de los Zetas arroja luz sobre los secretos del lugar donde se libra la batalla más importante del México del inicio del siglo XXI.
 
¿Por qué escribir sobre los Zetas?

En los primeros días de marzo de 2010, minutos después de que una máquina de guerra lo secuestrara y vejara en Reynosa, el periodista Raymundo Pérez Arellano me llamó y me preguntó, indignado, para qué diablos servía el periodismo en lugares como la frontera noreste de México. No supe qué decirle y me quedé callado. A partir de ese momento, a lo largo de los dos años siguientes, de forma pausada y cautelosa, empecé a reportear en esa región donde nací y crecí. Este libro es, entre otras cosas, esa búsqueda, un intento por responder aquella pregunta a través de la única arma que conozco y en la que creo con frenesí: la crónica.

Por eso, este libro está dedicado a mi hermano Raymundo y a todas las víctimas de la necropolítica impuesta en los últimos años a lo largo de pueblos y ciudades de Nuevo León y Tamaulipas.


Las 6 camionetas detenidas en Nicaragua a presuntos narcos son de Televisa, confirman MVS-Aristegui (Vanguardia, 18/09/2012)


Las seis camionetas con logos de Televisa incautadas en Nicaragua están registradas en México a nombre de “Televisa SA de CV”, afirman esta mañana Aristegui Noticias y MVS Noticias.
Ciudad de México. Todos los vehículos, dice, están registrados en el Distrito Federal con direcciones que corresponden a la empresa. Ninguna tiene reporte de robo o infracciones.
Noticias MVS dio a conocer que tiene documentos oficiales del Padrón Vehicular del Distrito Federal para probar que las seis camionetas Chevrolet tipo Van están registradas a nombre de  “Televisa, SA”. Cinco de los vehículos tienen registro con la dirección de “Chapultepec número 18, colonia Doctores, DF”. Sólo un vehículo está registrado con otra dirección.
La confirmación de estos datos se da después de que Televisa emitió un boletín de prensa (miércoles 12 de septiembre) en el que informó que el 29 de agosto presentó una denuncia de hechos ante la PGJDF por la posible falsificación de documentos “para hacer parecer que” vehículos usados en la comisión de delitos sean de su propiedad.  La PGJDF confirmó la noche del  jueves 13 que la demanda fue presentada el 30 de agosto.
Los seis vehículos fueron confiscados por la Policía Nacional de Nicaragua el pasado 20 de agosto durante el operativo en un puesto fronterizo en el que fueron detenidos  18 mexicanos. En su interior se encontraban 9.2 millones de dólares en efectivo ocultos en compartimentos y maletas. Los análisis de la Policía Nacional de Nicaragua revelaron rastros de cocaína en el dinero incautado.
La Fiscalía Nacional de Nicaragua abrió una investigación por estos hechos por lavado de dinero, crimen organizado y tráfico de drogas.
De acuerdo con MVS Noticias, las camionetas Chevrolet tipo Van están rotuladas con los colores y logotipos que la empresa usa para sus unidades móviles.
Pero, además, sí estaban equipadas con equipo técnico para edición de televisión. Es decir, sí servían para los motivos de comunicación de la empresa de medios más grande de América Latina.
Los detenidos declararon entonces ser “periodistas” de la televisora mexicana. En las siguientes semanas, la televisora ha negado relación con los detenidos y presentó denuncia ante la Procuraduría General de Justicia del DF por la posible falsificación de los documentos de  “para hacer parecer que” pertenecen a esa empresa, recuerda el sitio.
La semana pasada la revista Proceso, Noticias MVS y Aristegui Noticias comprobaron en el registro vehicular del Distrito Federal que tres de las camionetas están registrada a nombre de “Televisa SA de CV” con la dirección de “Chapultepec número 18, colonia Doctores”, en el Distrito Federal.
Aristegui Noticias enumera estos los vehículos:
• GM Chevrolet tipo Van 2010. Placas 886XCR, número de serie 1GC2GTBG1A1135600
• GM Chevrolet tipo Van 2010. Placas 165 XCC, número de serie 1GC2GTBG5A1106150
• GM Chevrolet tipo Van 2011. Placas 571-XXD, número de serie 16CZG9CG5B1127061
Esas investigaciones confirmaron que ninguno de estos vehículos tiene reporte de robo en el DF ni infracciones.
Noticias MVS reveló que tiene documentos oficiales del Padrón Vehicular del Distrito Federal para probar que las seis camionetas Chevrolet tipo Van están registradas a nombre de  “Televisa, SA”.
Cinco de los vehículos tienen registro con la dirección de “Chapultepec número 18, colonia Doctores, DF”. Sólo un vehículo está registrado con otra dirección.
La confirmación de estos datos se da después de que Televisa emitió un boletín de prensa (miércoles 12 de septiembre) en el que informó que el 29 de agosto presentó unadenuncia de hechos ante la PGJDF por la posible falsificación de documentos “para hacer parecer que” vehículos usados en la comisión de delitos sean de su propiedad.  La PGJDF confirmó la noche del  jueves 13 que la demanda fue presentada el 30 de agosto.
En las últimas horas, Televisa presentó también un documento legal ante la Fiscalía Nacional de Nicaragua, en el que rechaza que los vehículos detenidos sean de su propiedad, y niega que las placas correspondan a “algún automotor de la empresa”. También afirma que no tiene corresponsales permanentes de noticias en Nicaragua. 

Fuente: 

jueves, 13 de septiembre de 2012

Documental "Estado de shock, industria del narco y guerra espuria. México 2012" (Canalseisdejulio)



Estado de shock, industria del narco y guerra espuria. México 2012 from carlos marin on Vimeo.

"La llamada guerra contra el crimen organizado no es una lucha entre buenos y malos como afirma la propaganda del régimen; sino el eje de una estrategia dirigida a la dominación y al despojo, probada en otros países.

Estado de shock: industria del narco y guerra espuria, septuagésimo documental del canalseisdejulio, desmonta los mecanismos de construcción del miedo como factor de control social; se asoma a la operación de grupos paramilitares y de mercenarios en México; a la turbia intervención del gobierno de los Estados Unidos y a los negocios a que ha dado lugar la violencia que ahoga al país.
Estado de shock, es un documental que —sin duda— cambiará radicalmente la visión del espectador acerca de la “guerra del narco” en México."

Presenta Marina a "El Coss", líder del cártel de El Golfo en Tamaulipas (La Jornada:13/09/2012)

Participaron 30 agentes navales en la captura del capo en residencia de Tampico, informa la Semar.
Jesús Aranda
Publicado: 13/09/2012 09:33
México, DF. Jorge Eduardo Costilla Sánchez, El Coss, líder del cártel del Golfo, fue detenido ayer "sin ofrecer resistencia" por 30 elementos de infantería de Marina en Tampico, Tamaulipas, horas después de que cinco de sus escoltas habían sido capturados.
Informó el vocero de la Secretaría de Marina, vicealmirante José Luis Vergara, quien destacó que la detención fue resultado de "un intenso trabajo de inteligencia naval" que llevó a la captura de quien encabezaba "la segunda organización delictiva" más poderosa del país.
Costilla Sánchez estaba sereno cuando fue presentado ante los medios en las instalaciones del Centro de Estudios Superiores Navales (Cesnav); vestía pantalón de mezclilla, camisa azul de cuadros y llevaba un chaleco antibalas.
Trascendió que El Coss admitió ante el personal naval que es el líder del citado grupo delictivo. "Sigiloso, superó las divisiones internas y dirigía violentos enfrentamientos en Tamaulipas y Nuevo León contra sus antiguos aliados Los Zetas", dijo Vergara Ibarra.
El vicealmirante destacó que después de la reciente captura de Mario Cárdenas Guillén, El Gordo, y de Juan Gabriel Montes Sermeño, Sierra, los marinos detuvieron ayer por la mañana a cinco escoltas de El Coss, en Río Bravo, Tamaulipas, quienes le proporcionaron datos a los marinos que permitieron la detención de su líder horas después en la colonia Lomas de Rosales en Tampico.
Vergara indicó que tras la captura de Osiel Cárdenas Guillén, el posterior abatimiento de Antonio Ezequiel Cárdenas Guillén, Tony Tormenta y tras la muerte de Samuel Flores Borrego, Metro 3, la desconfianza generó la ruptura con la familia Cárdenas Guillén, disputándose el manejo de la organización entre El Coss y El Gordo, quedando finalmente Costilla Sánchez al frente del cártel del Golfo.
La Procuraduría General de la República (PGR) ofrecía 30 millones de recompensa por quien entregara datos por su captura; mientras que el Tribunal Federal de Distrito del Sur de Texas, división de Brownsville, tiene un mandato de arresto en su contra, además de que el Departamento de Justicia de los Estados Unidos ofrecía cinco millones de dólares por información que llevara a su captura.
Fue presentado en conferencia de prensa ante los medios de comunicación junto con 10 sujetos, cinco de los cuales estaban vestidos con uniformes tipo militar, además de dos armas largas, cuatro armas cortas, 460 cartuchos, tres vehículos, así como un lote de joyas y relojes "de muy alto valor comercial".
 
 
 
 

domingo, 2 de septiembre de 2012

Los Zetas utilizan mujeres como sicarios (Agorarevista.com:23/04/2012)

Los Zetas “tienen una nueva sección criminal, integrada por mujeres”, declaró al diario Reforma en 2009 un exmiembro del cártel integrante del programa de protección a testigos. El hombre, identificado como el “Pitufo”, dijo que Los Zetas tienen un equipo de mujeres denominadas “Las Panteras”.
Las Panteras están asignadas a hacer los primeros contactos con la gente con la que los Zetas desean negociar, como autoridades o miembros de cárteles rivales, declaró el Pitufo; pero también se les asignan tareas más peligrosas, dijo.
“Estas mujeres están entrenadas para matar”, puntualizó.
“La Pato” acusada de dirigir una célula de los Zetas
El 24 de marzo, la fuerza civil del estado de Nuevo León, arrestó en Monterrey a una mujer de Los Zeta quien presuntamente asesinaba para el cártel.
Rosa Nelly Rodríguez Martínez, de 30 años conocida como “La Pato”, presuntamente dirige una célula de Los Zetas que vende drogas y asesina en Monterrey, declaró la policía. Está acusada de asesinar a cinco jóvenes por ser “chapulines”, es decir, por tratar de abandonar el grupo delictivo, dijeron las autoridades.
La Pato admitió dirigir una célula de Los Zetas que vende drogas al menos a 30 pequeñas tiendas de narcomenudeo, señalaron las autoridades. Fue arrestada con otros cuatro presuntos miembros de la célula; una de las otras sospechosas es su hermana, Ana Rodríguez Martínez, de 31 años, conocida como “La Güera”. Los otros tres sospechosos son hombres. La policía les decomisó a los cinco sospechosos: un rifle de asalto AK-47, seis cargadores de municiones, 35 gramos de marihuana y 150 pastillas psicotrópicas, según las autoridades.
La Pato trabajó como oficial de policía en Monterrey de 2002 a 2008; solicitó licencia por maternidad y fue despedida al no reintegrarse a trabajar, señaló Jorge Domene Zambrano, vocero de la procuraduría en Nuevo León.
Rodríguez Martínez manejaba el tráfico de drogas para Los Zetas al norte y oeste de Monterrey, dijeron las autoridades.
Las mujeres de Los Zetas
Todas las organizaciones delictivas transnacionales tienen mujeres entre sus miembros, señalan los analistas de seguridad. Por ejemplo, Sandra Ávila Beltrán, conocida como “La Reina del Pacífico”, es una presunta cabecilla del cártel de Sinaloa. La Reina está en una prisión federal, en espera del juicio por los cargos de lavado de dinero y otros delitos.
Sin embargo, Los Zetas tienen más miembros mujeres que ningún otro grupo de delincuencia organizada, señalaron los analistas de seguridad y las autoridades. Por lo menos el 25 por ciento de los miembros de las células de Los Zetas disgregadas por los arrestos en los primeros meses de 2011 eran mujeres, según estimaciones de la Procuraduría General de la República (PGR) y de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).
Las mujeres vinculadas con Los Zetas están acusadas de una amplia gama de delitos:
• Nancy Quintanar Manríquez, conocida como “La Flaca”, fue detenida en octubre de 2011 en Ecatepec por su presunta participación en al menos una decena de homicidios. Su función consistía en ir a los bares, encontrar miembros de los cárteles rivales e identificarlos para los sicarios, señalaron las autoridades.
• Carmen del Consuelo Sáenz, alias “Claudia”, también detenida en octubre de 2011. Está acusada de supervisar las finanzas de Los Zetas al sur de México. Sus tareas incluían el pago a los miembros del cártel y los sobornos a los funcionarios públicos, dijeron las autoridades.
• Mireya Moreno Carreón, también conocida como “la Flaca”, detenida el 11 de septiembre en Nuevo León; se la acusa de dirigir el narcotráfico para el cártel en la ciudad de San Nicolás de los Garza, cerca de Monterrey.
• María Celeste fue arrestada en junio de 2011, después de un feroz tiroteo entre Los Zetas y la policía estatal de Jalisco, en Guadalajara. “Soy sicaria al servicio de Los Zetas”, dijo a los reporteros en conferencia de prensa. María, de 16 años en ese momento, dijo que la habían entrenado en el uso de rifles de asalto AK-47 y AR-15, así como de otras armas de fuego. Otros nueve miembros del cártel fueron detenidos y seis murieron en el tiroteo.
Según Jorge Chabat, investigador del Centro de Investigación y Educación Económica (CIDE), cada vez más mujeres participan del crimen organizado, y ahora sus roles están cambiando.
“El narcotráfico no es exclusivamente para hombres”, señaló Chabat. “Las mujeres participan ahora directamente en los crímenes y también asumen (roles de liderazgo)”. Las mujeres trabajan como jefas de plaza, administradoras, mediadoras y sicarias, administradoras y enlace, señaló Chabat.
Las estadísticas gubernamentales muestran que el número de mujeres en prisión se ha incrementado significativamente en los últimos años. Desde diciembre de 2006 cuando el presidente Calderón envió al ejército tras Los Zetas y otras organizaciones delictivas internacionales, más de 10 mil mujeres han sido detenidas, dijeron las autoridades.
Las mujeres han sido acusadas de una amplia gama de delitos, incluyendo homicidio, delincuencia organizada, tráfico de armas, narcotráfico, lavado de dinero y trata de personas.
En el año 2006, las mujeres representaban el tres por ciento de la población de las prisiones federales. Hoy en día, las mujeres constituyen aproximadamente el 5 por ciento de las 221 mil personas bajo custodia federal, según estimaciones oficiales.
Recientemente, el Centro de Organizaciones Campesinas y Populares, manifestó que cerca de 200 mil mujeres mexicanas trabajan ya sea directa o indirectamente para los grupos de delincuencia organizada. Alrededor de siete de cada 10 mujeres de la zona norte del país están vinculadas con la delincuencia organizada o se benefician monetariamente del narcotráfico, señaló esta organización.
Las mujeres se unen a las organizaciones delictivas principalmente por dinero, dijo Chabat. También se sienten atraídas por lo que piensan que es un estilo de vida glamoroso y emocionante, a pesar del riesgo de morir o de ser arrestadas, señaló.
Los sueldos para las jóvenes sicarias van desde $305 dólares a la semana por defender el territorio del cártel o cuidarlo de las autoridades, hasta $1.525 dólares semanales por matar a miembros de bandas rivales o a agentes del orden.
Dentro de los cárteles, las mujeres son vistas ahora como capaces de cometer actos de violencia, dijo José Luis Piñero, analista en seguridad nacional de la Universidad Autónoma de México (UAM).
“No podemos descartar ni ignorar el aumento de la participación de las mujeres en los cárteles, con el tiempo se convertirán en sus líderes", dijo Piñero.