Los espacios se cierran para Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, cuando menos en teoría, con la captura de Felipe Cabrera Sarabia en Culiacán, Sinaloa, y la llegada a la antesala presidencial de Otto Pérez Molina en Guatemala.
El líder histórico del cártel de Sinaloa se convirtió en una obsesión para el gobierno de Felipe Calderón, no sin provocar sospechas de uso electoral ante una eventual captura. La detención de Cabrera Sarabia, presunto jefe de seguridad del capo y responsable de las actividades delictivas en Durango y Chihuahua, significa un paso más en el propósito de culminar el sexenio con buenos resultados en la lucha contra el crimen organizado, pero Guzmán Loera será la madre de todas las detenciones, aun cuando el Ejército Mexicano, en voz del general Ricardo Trevilla, acumula decenas de detenciones importantes en su palmarés.
Una saga difícil de concretar, pero llena de elementos para estimar que el momento está cerca; a mediados de agosto, la procuradora general de la República, Marisela Morales, adelantó que existe evidencia para suponer que el capo sería detenido a corto plazo, un pronóstico que podría cumplirse el primer trimestre del año, en el corazón de la contienda electoral y antes de la visita del Papa Benedicto XVI a nuestro país.
Indudablemente, “El Chapo” es la cereza en el pastel de la lucha contra el crimen organizado; también es un pendiente de los gobiernos panistas que ha creado conflictos en el interior de las organizaciones de seguridad pública. En el sexenio de Vicente Fox se dio a la fuga del penal de alta seguridad de Puente Grande, Jalisco, bajo la gestión de Alejandro Gertz Manero en la Secretaría de Seguridad Pública, una responsabilidad que rechazó, días atrás, en medio de un conflicto con el actual secretario, Genaro García Luna.
En la presentación del libro “Para entender el nuevo modelo de Seguridad para México”, García Luna afirmó que durante la administración de Gertz no hubo registros del combate al delito y al narcotráfico, y que el capo se fugó en ese periodo.
La captura de “El Inge”, por parte del Ejército, el 23 de diciembre podría ser un parteaguas en la estrategia para cercar a Guzmán Loera. Las condiciones geográficas de la sierra de Durango son un refugio ideal, no sólo en el imaginario popular; el arzobispo de la capital, Héctor González, denunció el paradero del “Chapo” por los rumbos de Guanaceví, una declaración que escandalizó a la misma Iglesia católica, sin embargo, nunca fue desmentido. Por el contrario, las autoridades tuvieron que reforzar la vigilancia de la Arquidiócesis ante posibles represalias.
Al igual que Durango, Guatemala forma parte de los informes de inteligencia como refugio alterno, sin embargo, Otto Pérez Molina, el militar que en su momento capturó a Guzmán Loera y lo entregó a las autoridades mexicanas, es, ahora, presidente electo. Cuando menos en teoría se cierran los espacios y la captura podría estar más cerca.
Fuente:http://impacto.mx/Sucesión_Presidencial/nota-27357/Cierran_territorios_al_Chapo_trofeo_electoral
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