El anuncio de la detención del narcotraficante José Ángel
Carrasco Coronel “El Changel” fue apenas un susurro, un cuchicheo de un mando
castrense que quiso explicar el fenómeno de la cruenta violencia que se vive en
los límites de Jalisco con los estados de Nayarit, Michoacán y Zacatecas.
Atrás quedaron las presentaciones de los supuestos
grandes capos ante los medios de difusión y la parafernalia de las mesas
repletas de armas, granadas y hasta lanzacohetes. Ahora priva el silencio
oficial y el ocultamiento de la información como parte de la anunciada política
de comunicación social del gobierno federal para disminuir la percepción de
violencia.
Durante la rendición de un informe de las últimas
acciones militares en la V Región, el general Daniel Velasco Ramírez fue
cuestionado por la prensa sobre los últimos ajustes de cuentas en algunos
puntos de Jalisco y su respuesta fue que se trata de un “reacomodo por el
control de las plazas”, después de la captura de “El Changel”, diez días antes
durante una balacera en algún lugar de Sinaloa.
¿Sería indiscreción del militar o la propia necesidad que
los altos mandos de la milicia tienen de que se conozcan los resultados de su
lucha contra el narcotráfico? No hubo comunicación oficial del hecho. Y lo más
curioso es que la información la escupió el comandante de una región militar
diferente a la que efectuó la detención.
ZETA pudo investigar que la captura de Carrasco Coronel
posiblemente ocurrió entre el 18 o 19 de enero, cuando en una balacera fue
detenido no solo “El Changel”, sino también Jesús Manuel Meza López, quien
resultó gravemente lesionado y actualmente está internado en el Hospital
Central Militar en la Ciudad de México.
Ambos detenidos se encuentran arraigados a disposición
del Juez Tercero Federal Penal Especializado en Cateos, Arraigos e Intervención
de Comunicaciones con Residencia en el Distrito Federal y a la fecha han
interpuesto cinco amparos a través de abogados y familiares.
El mismo 19 de enero, María de los Ángeles Meza, pariente
del herido Jesús Manuel, acudió ante un juez de distrito en Culiacán para
promover una demanda de garantías contra el procurador general de la República
y otras autoridades. Reclamaba la incomunicación, tortura y golpes
presuntamente cometidos en agravio de Manuel Meza y la posible privación de la
vida de José Ángel Carrasco Coronel, cuyo paradero ignoraba.
Una vez sabido que ambos detenidos fueron trasladados a
la capital del país, sin que se identifiquen los cargos que el Ministerio
Público de la Federación investiga, diversas personas han promovido amparos en
representación de Carrasco y Meza, entre ellos Manuel Rodrigo Bolaños Gutiérrez
y Eugenio Alberto Cázares Sarabia.
La indiscreción o velada información del general Velasco
solo vino a confirmar la estrategia que en materia de comunicación se ha
implementado para los próximos seis años en el gobierno federal. Información
oculta, negada o retrasada que abona a la impunidad.
Tras las preguntas de los reporteros, el militar explicó
que esta detención “viene a provocar una reestructuración en esas
organizaciones delictivas. En el estado de Jalisco confluyen todos los
cárteles, pero la principal pugna más fuerte es del Cártel de Jalisco Nueva
Generación contra el Cártel del Pacífico con su representación de La Corona,
que estaba manejando ‘El Changel’ y que ahorita debe estar buscando un nuevo
líder”.
Unas horas antes, la Policía Estatal había detenido a
ocho miembros de esa misma organización, dos de los cuales participaron en el
homicidio del director de la Policía Municipal de Hostotipaquillo, Jalisco,
Lucio Rosales Astorga, el 29 de enero pasado.
Cambios en alianzas
Los sicarios reconocieron pertenecer a dos células
delictivas del Grupo Durango o La Corona, y dijeron que actualmente esa
organización se encuentra aliada con el Cártel del Golfo y Los Caballeros
Templarios que operan en el estado de Nayarit y desean controlar municipios de
la Región Valles de Jalisco por lo que han enfrentado a Los Zetas y al Cártel
Jalisco Nueva Generación.
Los detenidos tenían en su poder dos granadas de
fragmentación, nueve armas de fuego largas, entre ellas un Barrett calibre 50,
dos armas cortas, cascos balísticos, uniformes, cuatro automóviles, equipos de
radiocomunicación y múltiples cargadores.
Entre los aprehendidos figura el vecino de San Luis Río
Colorado, Miguel Torres Morales, de 28 años, quien estuvo preso en el Centro de
Readaptación Social de Mexicali, Baja California, por tentativa de homicidio.
Los otros detenidos son Érick López Legaspi, Francisco Javier Camarena Camacho,
José Antonio Álvarez Vázquez, Julio Adrián Ibarra, Robin Daniel Vázquez Cruz,
Israel Escobar Galván y José Reyes Baltasar Aguilillo “El Tarasco”.
Debido a esta captura fue que los reporteros preguntaron
al general Velasco sobre lo que está pasando en la región occidental del país y
la sorpresa fue la respuesta de una detención no anunciada del líder de los de
La Corona.
José Ángel Carrasco Coronel “El Changel” ocupaba la
jefatura de la banda tras la muerte de su hermano Mario Carrasco Coronel “El
Gallo”, sucesor durante unos días de su tío Ignacio Coronel Villareal “Nacho
Coronel”, ambos victimados en julio de 2011 a manos de elementos del Ejército
Mexicano en fraccionamientos lujosos de Zapopan.
En marzo de 2009, José Ángel fue detenido en el municipio
jalisciense de Tlajomulco de Zúñiga en compañía de cinco de sus hombres, tras
un enfrentamiento con militares y policías preventivos. Al cabo de unos días,
autoridades federales y estatales señalaron que no encontraron relación de los
detenidos con el aseguramiento de armas de fuego ni con la balacera y los
liberaron.
“El Changel” no se desvinculó de Guadalajara y aunque en
2011 murieron su tío y su hermano, se hizo cargo de algunas plazas de las
regiones Valles y norte de Jalisco. Su esposa Imelda Nieblas Sicairos inició en
ese mismo año un juicio de divorcio para terminar con la relación en el Juzgado
Sexto de lo Familiar.
Mientras tanto, la violencia continúa en esta zona del
país y en los límites de Michoacán y Jalisco se registraron narcobloqueos la
tarde-noche del 30 de enero. Los municipios purépechas de Buenavista Tomatlán y
Tepalcatepec vivieron horas de terror tras diversos tiroteos entre grupos
criminales que obstruyeron carreteras a la altura de los poblados de Pinzándaro
y Piedras Blancas. La movilización de militares y policías no logró ninguna
detención.
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