lunes, 11 de julio de 2011

"Calderón: 50 mil ejecuciones" (semanario zeta: 11/07/11)


Hasta junio de 2011, a la administración del Presidente Felipe Calderón se le conocía como “el sexenio de los 40 mil muertos”. Desafortunadamente, la cifra ya fue rebasada por mucho; léase: a partir de julio de 2011, a la gestión calderonista puede nombrársele ya como “el sexenio de los 50 mil muertos” o “el Presidente de los 50 mil muertos”… hasta el momento.

Los homicidios dolosos relacionados con el crimen organizado no tienen fin. A lo largo y ancho del México bárbaro contemporáneo, abundan ejecutados, decapitados, desmembrados, desintegrados en ácido, enterrados en narcofosas, incinerados, encajuelados, asfixiados, enteipados, degollados, estrangulados, colgados.


Los muertos oficiales
Tomando en cuenta las tarjetas informativas de las fiscalías estatales y la federal, de secretarías de Seguridad Pública estatales y federal, en cuatro años y medio del sexenio del Presidente de la República, Felipe Calderón,ZETA ha documentado por lo menos 50 mil 490 asesinatos relacionados con el crimen organizado; la cantidad incluye lo que el Gobierno Federal clasifica como “ejecuciones”, “enfrentamientos” y “homicidios-agresiones”:


* 2006: 62 muertes relacionadas con el crimen organizado nada más en diciembre, cuando inició el actual sexenio.
* 2007: 2 mil 826.
* 2008: 6 mil 837.
* 2009: 11 mil 753.
* 2010: 19 mil 546.
* 2011: 9 mil 466.


En la administración de Felipe Calderón, de 70 mil 107 homicidios dolosos ocurridos entre diciembre de 2006 y mayo de 2011, el 72 por ciento corresponde a asesinatos relacionados con el crimen organizado.

De hecho, cuando Alejandro Poiré informó el 12 de enero de 2011 que durante 2010 sucedieron 15 mil 273 asesinatos vinculados con el crimen organizado, de un total de 20 mil 127 homicidios dolosos reportados por la Secretaría de Seguridad Pública Federal, en realidad el funcionario reconoció que el 75.88 correspondía a crímenes relacionados con narcotráfico.

Los “otros” muertos

Por supuesto, no todos los homicidios dolosos son ejecuciones, estas últimas son definidas por el Gobierno Federal por su “presunta relación con el crimen organizado”. Por ejemplo, de los 19 mil 546 homicidios dolosos ocurridos en 2010, el Gobierno Federal, a través de Alejandro Poiré, reconoció el 12 de enero de 2011 la cantidad de 15 mil 273 “ejecuciones”, clasificadas oficialmente como relacionadas con el crimen organizado.

De acuerdo a la Secretaría de Seguridad Pública Federal, las 15 mil 273 “ejecuciones” corresponden a homicidios dolosos cometidos con arma de fuego, arma blanca e incluido un tercer renglón, denominado “sin datos”. Pero hay una cuarta categoría de homicidios dolosos denominada por la Secretaría de Seguridad Pública como “otros”.

En una especie de “fosa común” en las estadísticas oficiales, en la clasificación “otros” homicidios dolosos, se encuentran apilados los que no fueron asesinados por arma de fuego ni arma blanca. En este rubro se sumaron 4 mil 674 nada más en 2010.


Haciendo sumas:

En 2010 hubo 4 mil 674 “otros” muertos; 3 mil 946 en 2009; 3 mil 487 en 2008; 4 mil 202 en 2007; 271 en diciembre de 2006 y 2 mil 253 hasta mayo de 2011. Por si fuera poco, en la categoría de homicidios dolosos “sin datos”, de acuerdo con la Secretaría de Seguridad Pública Federal, hasta los primeros cinco meses suman 459; en 2010, mil 271; en 2009, mil 043; en 2008, 2 mil 302 y en 2007, 743.

En total los “otros” muertos suman en cuatro años y medio del actual sexenio 18 mil 833, y en el apartado de homicidios dolosos “sin datos”, la cantidad es de 5 mil 818. En pocas palabras, por lo menos 24 mil 651 muertos clasificados como “otros” y “sin datos” no son tomados en cuenta en las estadísticas del Gobierno Federal, relacionados con el crimen organizado.

En cuanto a las cuatro categorías de los homicidios dolosos (por arma de fuego, arma blanca, “otros” y “sin datos”), ¿en cuál de estas clasificaciones entran los decapitados, desenterrados de fosas comunes, enteipados, encajuelados, desmembrados, estrangulados, colgados e incinerados?, preguntó ZETA a un funcionario del Sistema Nacional de Información (SIN), quien pidió el anonimato.

“Justamente en ‘otros’. O sea, si es un decapitado, pues obviamente en ‘otros’, porque no está la categoría de decapitados. Tampoco hay un apartado que diga ‘ejecuciones’, ‘decapitados’, que estén específicamente y que tú digas: ‘Bueno, ¿dónde está el descuartizado que encontraron hace dos semanas?’. Pues obviamente, a lo mejor lo reportan (las procuradurías estatales) sencillamente como un homicidio y es ‘sin datos’”.

Un ejemplo muy claro de cómo el Gobierno Federal ha sido rebasado en cuanto al registro de ejecuciones, es el Estado de Chihuahua: El 14 de marzo pasado, la Procuraduría General de Justicia de aquel Estado reportó 7 mil 209 homicidios, pero solamente informó a la Secretaría de Seguridad Pública Federal sobre 4 mil 233, de los cuales 3 mil 806 fueron clasificados como dolosos y 427 como culposos. Es decir, restando 7 mil 209 menos 4 mil 233, da como resultado que por lo menos 2 mil 976 asesinatos no fueron reportados.


Frontera de muertos

De los 50 mil 490 homicidios dolosos relacionados con el crimen organizado documentados por ZETA, correspondientes a cuatro años y medio del sexenio del Presidente Felipe Calderón, 30 mil 740 sucedieron nada más en ocho estados del Norte de México, en el siguiente orden:

1.- Chihuahua: 11 mil 264 ejecuciones
2.- Sinaloa: 6 mil 055
3.- Baja California: 3 mil 702
4.- Durango: 2 mil 800
5.- Nuevo León: 2 mil 043
6.- Tamaulipas: Mil 964
7.- Sonora: Mil 876
8.- Coahuila: Mil 036

Tal como lo muestran las estadísticas de ZETA, Baja California todavía ocupa el tercer lugar en cuanto a ejecuciones relacionadas con el crimen organizado, a pesar del discurso triunfalista del gobernador José Guadalupe Osuna Millán.

A lo largo del sexenio el gobierno federal no ha reconocido la totalidad de las ejecuciones. De hecho, en 2010 calificó como cifras menores los homicidios relacionados con el crimen organizado: “Hubo cifras menores en enero, hubo cifras menores en febrero”.

“La tasa de homicidios en México es de 12 por cada 100 mil habitantes, mientras que en Brasil es de 25 por cada 100 mil habitantes. Eso sí, Brasil se lleva la Copa del Mundo y los Juegos Olímpicos”, justificó Calderón en 2010. Pero resulta que si el INEGI da cuenta de 112 millones 336 mil 238 mexicanos y si en 2010 el gobierno federal registró 20 mil 127 homicidios dolosos, entonces la tasa de asesinatos en México ese año fue de 17.9 por cada 100 mil habitantes.


Si desde diciembre de 2006 hasta los primeros cinco meses de 2011 ZETA ha documentado 50 mil 490 ejecuciones a lo largo y ancho del país, el diez por ciento de bajas de las instituciones y blancos civiles serían 5 mil 490. En todo caso lo que invita a la especulación es la ausencia de investigación por parte del gobierno federal para determinar con exactitud las estadísticas:

Algunas cifras de instituciones no oficiales dan un panorama peor:

La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) documentó 214 casos de secuestros masivos de emigrantes, dando un total de 11 mil 333 víctimas nada más en el lapso comprendido entre abril y septiembre de 2010.

Otras estadísticas de la CNDH son reveladoras: 5 mil 397 personas reportadas como extraviadas nada más en el sexenio del Presidente Felipe Calderón y 8 mil 898 cadáveres no identificados han sido algunos de los “resultados” de su “guerra” contra el crimen organizado.





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