Eliminado “El Lazca” de la narcografía mexicana y con un Cártel del Golfo debilitado, el líder más visible para heredar la estafeta Zeta es Miguel Treviño Morales, alias el “Z-40”. ¿Sobrevivirá o es el próximo en la lista?
¿Podrán los Zetas y el Golfo volver a ser aliados? ¿Es la muerte oficial de “El Lazca” el inicio del final para los Zetas? ¿O es acaso esta la oportunidad del “Chapo” Guzmán para que Sinaloa monopolice el narcotráfico en el país?
Estos son los cuestionamientos que están sobre los escritorios de los jefes militares, de la policía federal, de las agencias antidrogas, de los analistas y de los jefes del narco sobrevivientes. Pero no hay respuestas simples.
Lo único cierto es que a 50 días de concluir su mandato presidencial, Felipe Calderón debería tener bien planeado el desenlace de la guerra contra el narcotráfico.
Los seis años de análisis y planeación estratégica tendrían que haber acumulado la suficiente inteligencia sólida para pronosticar cuál sería el estatus de la ofensiva antinarco al momento de ceder la banda presidencial.
Reporte Indigo publicó en “La Narcografía de Calderón” el análisis que indicaría que el gobierno federal redujo al mínimo la capacidad criminal del Cártel del Golfo y otros legendarios cárteles.
Acciones que posicionaron a dos cárteles como los más poderosos, Sinaloa y los Zetas.
Pese a la neutralización de un “objetivo de alto valor “ como lo fue la muerte de Heriberto Lazcano, uno de los jefes fundadores de los Zetas, el desahogo resulta poco pronosticable.
Lo único evidente es que el nuevo líder de los zetas es Miguel Ángel Treviño Morales alias “Z-40”.
El debate sobre si el liderazgo lo consiguió a través de traiciones o de confrontaciones con “El Lazca”, o si simplemente fue una transición natural por haber sido durante años el principal comandante de Heriberto Lazcano, es extenso y es difícil alcanzar un consenso.
Sin embargo, los hechos y la evidencia dejan claro que es el capo zeta con mayor capacidad operativa en los últimos meses.
Sus principales enemigos en la región Golfo-noreste ya están detenidos o abatidos. Es el único sobreviviente de los grandes.
Decenas de narcomantas firmadas por diferentes cárteles son dirigidas específicamente para él, lo que ilustra que este personaje se ha venido desarrollando como el mando operativo de los Zetas.
Astuto y sanguinario, el “Z-40” ha abierto diferentes frentes de guerra en contra de antagonismos tanto al interior de los zetas como con otros cárteles.
La robusta ofensiva del gobierno federal y del gobierno de Estados Unidos en contra del Cártel del Golfo, redujo su nivel de influencia y capacidad operativa al mínimo nivel.
Con la captura el pasado 3 de septiembre de Mario Cárdenas Guillén la dinastía que habría forjado el hermano de éste, Osiel Cárdenas Guillen, llegó a su fin.
Por ello, todo indicaba que la aparente división al interior del Golfo terminaba con el ascenso de Jorge Eduardo Costilla Sánchez, alias “El Coss”, como líder fáctico de la organización.
Sin embargo, al cabo de seis días desde la aprehensión de “El Gordo” Cárdenas, la Marina Armada de México también capturó a “El Coss” en Tamaulipas.
Con ello dejó al Cártel del Golfo sin líder visible, generando un vacío de poder que habría de ser aprovechado por las bandas antagónicas, entre ellas los zetas.
Con el frente del Golfo vulnerable, la incertidumbre al interior de los Zetas pronto tomaría un nuevo giro.
Iván Velázquez, alias “El Talibán” quien se encontraba abiertamente enfrentado con el “Z-40” anunciaba mediante narcomensajes su incorporación al Cártel de Golfo.
La riña entre estos dos personajes recrudeció la violencia en estados como San Luis Potosí, Coahuila, y Nuevo León.
Sin embargo, poco tiempo después, el 26 de septiembre “El Talibán” fue detenido por elementos de la Marina.
Las versiones sobre una campaña por parte de los zetas para absorber lo que quedaba del Cártel del Golfo cobraron fuerza.
Toda vez que existirían indicios de que el líder de los Zetas, Heriberto Lazcano pretendía desertar de su organización zeta para asumir el mando del Golfo.
El masivo operativo federal que se montó tras la muerte de Eduardo Moreira, hijo del ex gobernador Humberto Moreira, asesinado en Acuña en supuesta represalia por el abatimiento de un sobrino del “Z-40”, sugerirían que los días de Treviño Morales estarían contados.
Y que de ser así, las probabilidades de que los Zetas se reintegraran y gradualmente se volvieran a unir con el Cártel del Golfo se incrementaban.
Sin embargo menos de una semana después, sucedió de manera muy misteriosa y confusa lo inesperado.
El domingo pasado por la noche caería abatido el máximo líder y fundador de los Zetas, Heriberto Lazcano alias “El Lazca”.
Con el “Z-3”, como también era conocido Lazcano, muere aquel comando ex militares de élite que formara Osiel Cárdenas Guillén en 1998.
Hecho que representa un parte aguas en la evolución del narcotráfico en México.
Pues a 50 días del cambio de gobierno en nuestro país, el reacomodo del crimen organizado en la región industrializada del país ha generado nerviosismo y escepticismo.
De brazo armado a hegemonía en el Golfo
El Cartel del Golfo es una de las organizaciones delictivas de mayor antigüedad en nuestro país. Se remonta incluso, a la época de la “prohibición” en los Estados Unidos.
En los años treinta Juan Nepomuceno Guerra, alias Juan N. Guerra, se alzó como un contrabandista de whisky, cigarros, aparatos eléctricos “y todo lo que pasara por el puente”. Su figura cobró influencia y poder.
Pero para finales de los 80, Juan N. Guerra era enviado en silla de ruedas a la cárcel. Un ambicioso y audaz sobrino, Juan García Abrego, ampliaría el negocio del contrabando y arriesgaría a la aneja organización de su tío a incursionar en el narcotráfico.
Durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, Juan García Abrego continuó con el trasiego de droga, expandiendo su influencia por todo el estado de Tamaulipas y Nuevo León. Nacía así el llamado Cártel del Golfo.
Compitiendo codo a codo con los cárteles de Tijuana y de Ciudad Juárez, forjados entre los sexenios de Luis Echeverría, José López Portillo y Miguel de la Madrid, García Abrego forjó fuertes vínculos distintos círculos políticos y policiales.
Pero en 1996, el primer gran jefe del llamado cártel del Golfo fue detenido en la zona conurbada a Monterrey.
A partir de ese momento el Cártel del Golfo entró en una disputa de control que no cedió hasta 1999, cuando Osiel Cárdenas Guillén asumió el control de la organización.
Pero él se sabia frágil ante la posibilidad de caer eliminado por fuego amigo de su propio cártel o por las balas de algún cártel rival. Por eso se preocupó por crear un ejércitos de leales en torno a su figura.
Y el gobierno de Ernesto Zedillo le dio la oportunidad cuando despidió a cerca de 800 Gafes entrenados para combatir al narcotráfico. Los habían infiltrado.
Pero los militares especializados no salieron al desempleo. Osiel Cárdenas Guillén los contrató y los organizó en células operativas para las distintas regiones del país. Nacían Los zetas y con ello la expansión del Cártel del Golfo.
Catorce de los Gafes fueron los fundadores. Eran liderados por Arturo Guzmán Decena alias “Z-1”, este grupo de paramilitares pronto rompieron con el esquema tradicional del narcotráfico en México.
De bajo del “Z-1” se encontraba Rogelio González Pizaña alias “Z-2” y Heriberto Lazcano alias “Z-3”.
El primero en caer abatido fue Arturo Guzmán Decena “Z-1” fue asesinado en un lujoso restaurant en Tamaulipas. Fue en el 2002, durante el sexenio foxista y un año después de que Joaquín “El Chapo” Guzmán se escapara de Puente Grande.
Un año después, Osiel Cárdenas Guillén, el gran jefe del Cártel del Golfo fue capturado en Matamoros.
En 2004, Rogelio González Pizaña alias “Z-2” fue detenido tras un enfrentamiento con las fuerzas federales.
Desde entonces, Heriberto Lazcano asumió el liderazgo de los Zetas que había cobrado fuerza al interior del Cártel del Golfo.
«El Lazca» continuó trabajando con los dos principales jefes del Cártel del Golfo, Antonio Ezequiel Cárdenas Guillen, alias “Tony Tormenta”, y Jorge Eduardo Costilla Sánchez, alias “El Coss”.
Sin embargo, para 2007 se haría evidente que los zetas comenzaban a operar de manera independiente y a reclamar territorios.
Dos años mas tarde, la extradición de Osiel Cárdenas daría el pretexto perfecto a algunos de sus jefes para dividirse y confrontarse.
Fue el momento en el que los Zetas dejaron de ser el brazo armado del Cártel del Golfo para pasar a ser una serie de células que en su conjunto le declararon la guerra a quienes los engendró.
Entre 2010 y 2012, fueron abatidos o detenidos algunos de los principales jefes de los zetas como; Jesús Enrique Rejón Aguilar, alias “El Mamito”; Jaime Durán, alias “El Hummer”; Flavio Méndez, alias el “El Amarillo”; Enrique Reyes, alias “Z-12”; Efraín Teodoro Torres, alias “Z-14”, Daniel Pérez alias “El Cachetes” e Iván Velázquez alias “El Talibán”, entre otros.
A pesar de estos operativos, el gobierno federal intensificó sus acciones en Tamaulipas abatiendo en 2010 a Antonio Cárdenas Guillén, alias “Tony Tormenta” y posteriormente Rafael Cárdenas, quien fuera detenido en Texas.
Fue a principios de 2012 cuando empezaron a surgir versiones sobre una supuesta división al interior de Los Zetas.
En distintas ciudades del país aparecieron narcomantas denunciando que Miguel Ángel Treviño Morales, alias “Z-40”.
Se trataba de un grupo de inconformes al interior de la organización que lo acusaban de traicionar a sus compañeros abatidos o detenidos.
El “Z-40” habría sido durante años el principal comandante de Heriberto Lazcano.
Era su operador central en Coahuila, Nuevo Laredo y Monterrey. Un personaje caracterizado por el elevado nivel de violencia en sus apariciones.
Sin embargo, este grupo de inconformes principalmente liderados por “El Talibán”, arremetieron contra el grupo allegado a “Z-40” y desataron sangrientos enfrentamientos en Zacatecas, San Luis Potosí, Monterrey y Coahuila.
Reportes de inteligencia indican que la riña al interior de los zetas dio lugar a que algunos integrantes desertaran e iniciaran operaciones criminales por su cuenta.
Sin embargo, la detención de “El Talibán” , conocido también como el “Z-50”, habría parecido que apaciguaría las aguas al interior de la organización criminal.
Algunos especialistas pronosticaban que la reunificación de los Zetas era inminente. Estratégicamente era mas conveniente solidificar la estructura e intentar incursionar en los territorios ocupados por el Cartel del Golfo.
Los posibles escenarios
Las circunstancias que rodean la muerte de “El Lazca” generaron desconfianza tanto en la sociedad como en las entrañas del crimen organizado.
El titubeo del gobierno federal y las grandes inconsistencias en torno al caso, ponen en entredicho la veracidad de los acontecimientos y el móvil del abatimiento. Es decir, el tiempo y lugar de los hechos levantan muchas dudas.
Heriberto Lazcano era el líder máximo de una de las organizaciones criminales trasnacionales mas poderosas del mundo.
La influencia de Los Zetas como organización había alcanzado niveles sin precedentes. Las redes que habría tejido con otras organizaciones criminales en el extranjero, la capacidad logística, operativa y de fuego los habrían convertido en un fenómeno atípico en el espectro del crimen internacional. Un modelo híbrido de sindicato criminal.
Desarrollaron metodologías de operación nunca antes vistas. Ejercieron el grado de violencia mas brutal que se haya visto en todo el hemisferios occidental. Y colocaron contra la pared a sociedades tan sólidas y blindadas como la de Monterrey.
Incursionaron en todo tipo de actividades, no solo en el narcotráfico.
Se enfrentaron contra seis cárteles en México, y consolidaron su poderío en todo un país como Guatemala.
Hoy con decenas de bajas y después de seis sangrientos y cansados años, el futuro de Los Zetas como organización criminal trasnacional parece incierto.
El desgaste económico y humano de esta organización se empieza reflejar al interior de sus filas y podría derivar en al menos dos escenarios principales.
El primero, que la organización sufra de un fenómeno de atomización. Es decir, que se fragmente todavía más y que muy probablemente incursionen en actividades delincuenciales independientes y de menor escala.
Y segundo, que bajo ciertas negociaciones las facciones de los Zetas y lo remanente del Cartel del Golfo lleguen a un acuerdo para reconocer que la guerra entre ellos es solo su fin y la consolidación definitiva de un monopolio para el llamado Cártel de Sinaloa que comanda “El Chapo” Guzmán.
Sin duda el próximo sexenio que inicia el 1 de diciembre tiene frente a sí una disyuntiva. Gobernar bajo un narcorégimen bipolar entre el Pacífico y el Golfo, o consolidar todo en un solo cártel.
La respuesta está en el futuro de Miguel Ángel Treviño Morales, alias el “Z-40” y en su capacidad para reconstruir lo que queda de Los Zetas.
Z-40, EN LA MIRA DE EU
El liderazgo de Los Zetas, que ahora quedaría en manos de Miguel Treviño Morales, “Z-40”, no pinta fácil: la justicia de EU sigue sus pasos y es el único que queda libre de una acusación de 2008 que involucró a altos mandos de ese cártel
Por Peniley Ramírez
Con la desaparición del cuerpo de Heriberto Lazcano Lazcano, alias “El Lazca”, el exbrazo armado del Cártel del Golfo, Treviño Morales, será el líder natural, dijo en entrevista con Carmen Aristegui el vocero de la Marina, José Luis Vergara.
El miembro más importante de la familia Treviño Morales forma parte de la lista de los más buscados por la agencia antidrogas estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés).
El departamento de Estado de EU ofrece 5 millones de dólares por información que lleve a su captura, además de 30 millones que desde 2009 promete también por él la PGR.
La búsqueda de Treviño Morales por parte del gobierno de Estados Unidos está localizada en Houston, Texas. También existen acusaciones en su contra en Washington.
La DEA le confiere en su ficha a Treviño Morales los alias de “el 40”, el “Z-40”, “Zeta 40”, “David Estrada Corado”, “Comandante Forty” y “El Catorce”. La de la PGR agrega los de “La Mona” y “El Cobra 40”, además de que varios medios especializados en narco le han apodado “El Judas”.
La justicia de EU pone su fecha de nacimiento entre 1970 y 1980, con una estatura de 1.77m y zona de influencia en Nuevo Laredo, Tamaulipas.
La ficha del Departamento de Estado lo menciona como un alto rango de Los Zetas y jefe de una organización “semi- independiente” dentro del cártel, en la que habría tenido en estos años más de 200 operadores a su cargo.
Se encargaba de recoger las “cuotas” en todas las plazas de drogas controladas por el Cártel del Golfo, cuando aún no se dividía de Los Zetas, de acuerdo con este documento.
“Entre 2006 y 2007, Miguel Ángel Treviño Morales se desempeñó como jefe de plaza para el Cártel del Golfo en Nuevo Laredo. Luego fue enviado a Veracruz en marzo de 2007 como jefe de plaza, tras la muerte de Efraín Teodoro Torres, alias “El Z-14”, muerto en ese mes en una balacera en Villarín, Veracruz.
“Según los informes, es responsable de las cargas de tráfico de cientos de kilos de cocaína cada semana de México a Estados Unidos y también facilita el contrabando de cocaína a través de Guatemala a Estados Unidos”, afirma la autoridad estadounidense.
Casos abiertos en EU
El primer caso ante la justicia estadounidense que involucra a Treviño Morales es por el asesinato en 2006 de dos hombres en Laredo, Texas.
Fue sentenciado a cadena perpetua y a una multa de 4.5 millones de dólares en enero de este año.
La acusación menciona al “Z-40” como uno de los líderes de las distintas células del cártel del Golfo tanto en la parte mexicana como estadounidense de la frontera.
Una nota de Laredo Morning News coloca a Treviño Morales como el segundo al mando de Los Zetas y el blanco de una investigación “exhaustiva” por parte de la DEA.
En marzo de 2008 Treviño Morales fue incluido con otros diez miembros de Los Zetas en una acusación radicada en el Distrito de Columbia, en Washington.
De las personas contenidas en dicha acusación, Morales Treviño es el único Zeta que aún está libre, además de dos integrantes del CDG.
Entre los acusados estaban Antonio Ezequiel Cárdenas Guillén, alias “Tony Tormenta”, abatido por la Marina y el Ejército en noviembre de 2010 en Matamoros; Eduardo Costilla Sánchez, alias “El Coss”, detenido en septiembre de este año también por la Marina y Heriberto Lazcano Lazcano, alias “El Lazca”, a quien la Marina declaró muerto este domingo.
Se incluyó también a Jaime González Durán, alias “El Hummer”, detenido en noviembre de 2008 y a Samuel Flores Borrego, alias “Tres”, abatido por la Policía Federal en septiembre del año pasado.
También fueron acusados en Columbia Alfredo Rangel Buendía alias “Chicles”, detenido por agentes federales en agosto de 2008, el “Comandante Lino”, abatido por el Ejército en enero de 2011, y Gilberto Barragán, alias “Tocayo”, detenido por la Policía Federal en mayo del año pasado.
Mario Ramírez Treviño, alias “Mario Pelón”, aún fugitivo y uno de los nuevos líderes del CDG según la firma Stratfor; además del también prófugo y miembro del CDG Juan Reyes Mejía González, alias “Kike”, son los únicos que quedan libres aparte de Treviño Morales.
Aunque al momento de la acusación todos eran parte de grupo que el CDG formaba con Los Zetas y se llamó “La Compañía”, ahora son enemigos.
Control en Veracruz
La ampliación del caso 08-057 en la corte de Columbia, de mayo de 2009 y cuya copia posee Reporte Indigo, da detalles sobre la operación de Treviño Morales en Veracruz durante la administración estatal de Fidel Herrera Beltrán.
El Z-40 fue acusado de importación y distribución de cocaína en EU. El documento lo reconoce igualmente como el segundo al mando de Los Zetas.
“Participó activamente en la gestión de actividades del cártel del Golfo y Los Zetas en México, incluyendo la coordinación de la cocaína y los envíos de marihuana a Estados Unidos, así como también en la recepción de los envíos de divisas, a granel, a México desde Estados Unidos.
“Supervisó las actividades de La Compañía en algunas zonas de México cerca de la frontera con Estados Unidos, incluidas las áreas dentro y alrededor de Veracruz y Nuevo Laredo”, consigna el caso.
La intervención de una llamada en febrero de 2007 entre Jaime González Durán, alias “El Hummer”, y “El Coss”, confirmaría a Treviño Morales como entonces jefe de plaza de La Compañía en Nuevo Laredo.
Otra llamada telefónica intervenida entre Treviño Morales y Samuel Flores Borrego, alias “Tres”, el 26 de marzo de 2007, acusó la corrupción al interior del gobierno veracruzano.
“Miguel Treviño Morales aseguró a Flores Borrego que él tenía el control de la policía ministerial a través del estado de Veracruz”, asegura el documento.
Lo acusaron también de envíos y almacenamiento de 11 mil 700 kilogramos de cocaína entre Colombia y el puerto de Altamira, Tamaulipas, entre junio y octubre de 2007.
PRESUNTOS NEXOS CON YARRINGTON
Por Peniley Ramírez
Una denuncia penal radicada en la Corte del Distrito Oeste de Texas en febrero de este año contra Antonio Peña Arguelles, presunto lavador de dinero para Los Zetas, también puso a Treviño Morales como uno de los líderes de la organización.
Publicado por Reporte Indigo en ese mes bajo la firma de Hugo Gutiérrez, el documento se basa en declaraciones juradas de un testigo protegido a la DEA para afirmar que Treviño Morales había amenazado de muerte a Peña Arguelles en noviembre del año pasado.
El documento refiere un mensaje de texto enviado a Peña Arguelles el 29 de noviembre por el “Z-40”, en el que lo acusa de haber asesinado al candidato a gobernador de Tamaulipas, Rodolfo Torre Cantú, en contubernio con el exgobernador tamaulipeco Tomás Yarrington, porque afectaba los intereses del narcotráfico. Yarrington hoy está prófugo y es buscado por la Interpol.
El mismo día del mensaje, refiere Gutiérrez, se encontró el cadáver de Alfonso Peña Argüelles, hermano mayor de Antonio Peña Argüelles, el acusado.
“(El testigo protegido de la DEA) CS-I, describe a Antonio Peña Argüelles como un conducto entre los políticos mexicanos, en particular Tomás Yarrington, y los miembros de Los Zetas Miguel Treviño Morales y Heriberto Lazcano”, dice textualmente la denuncia penal, en poder de este diario.
Hermanos arrestados
Ningún golpe de la justicia de EU contra el ahora líder de Los Zetas había sido tan directo como la acusación de lavado de dinero a través de la venta de caballos cuarto de milla contra sus familiares.
La acusación fue radicada el 30 de mayo de este año en la Corte del Distrito Oeste de Texas con sede en Austin.
El “Z-40” es el primero en la lista de acusados, pero el detonante fue la detención en Oklahoma de su hermano José Treviño Morales y su esposa Zulema; además de la entrega días después en Texas del empresario veracruzano Francisco Colorado Cessa.
El documento asegura que José era utilizado para lavar dinero en EU tanto por el “Z-40” como por su hermano, Óscar Omar Treviño Morales, alias “Z-42”, también fugitivo.
La operación en México se llevaba a cabo a través de Francisco Colorado Cessa mediante su empresa ADT Petroservicios, la cual facturó 2 mil 199 millones de pesos en contratos con Pemex y la Secretaría de Desarrollo Agropecuario de Veracruz entre 2005 y 2011, según registros de contratos públicos verificados a través del IFAI.
ENTRE MUERTOS Y DETENIDOS
Después de los últimos arrestos y bajas, el ‘Z-40’ podría ser la última figura importante de estas dos organizaciones
> CÁRTEL DEL GOLFO
— Juan Nepomuceno Guerra (muerto)
Fundador del Cártel del Golfo. Contrabandista que cedió el control a Juan García Ábrego.
— Juan García Ábrego (detenido)
Sobrino de Juan N. Guerra, recibió el negocio en 1970. Fue extraditado a Estados Unidos.
— Osiel Cárdenas Guillén (detenido)
Creó junto con Gómez Decena a Los Zetas que en un principio era un brazo armado del Cártel. Extraditado a EU en 2007.
— Mario Cárdenas Guillén (detenido)
Hermano de Osiel Cárdenas Guillén. Fue detenido hace pocas semanas, días antes que a su hermano
— Jorge Costilla Sánchez ‘El Coss’ (detenido)
Fue lugarteniente de Osiel Cárdenas desde 1995. Fue detenido el mes pasado por la Marina en Tampico.
— Antonio E. Cárdenas Guillén ‘Tony Tormenta’ (muerto)
Tomó control del Cártel junto con “El Coss”. Cayó abatido por fuerzas federales en 2010.
— Juan Mejía González ‘El R1’ (prófugo)
Líder de “Los Rojos”. Uno de los fugitivos más buscados por Estados Unidos. Desapareció en 2008.
— Samuel Flores Borrego (muerto)
Líder de ‘Los Metros’. Se volvió la mano derecha de ‘El Coss’. Ordenó la ejecución de un líder de Los Zetas, provocando la separación definitiva del Cártel del Golfo y Los Zetas. Fue encontrado muerto en 2011 en Reynosa.
> LOS ZETAS
— Raúl L. Hernández, Lechuga ‘El Lucky’ o ‘Z-16’ (detenido)
Señalado como uno de los 37 delincuentes más peligrosos por el Gobierno Federal. Fue capturado en diciembre del 2011 por la Marina.
— Mauricio Guizar Cárdenas ‘El Amarillo’ (detenido)
Era líder de Los Zetas en Tabasco, Veracruz, Chiapas, Campeche y Quintana Roo . Fue detenido por la Marina en julio del 2012.
— Arturo Guzmán Decena ‘Z-1’ (muerto)
Reclutó a miembros de las fuerzas especiales del Ejército para formar Los Zetas el grupo armado del Cártel del Golfo. Murió en 2002.
— Jesús Enrique Rejón Aguilar ‘El Mamito’ o ‘Z-7’ (detenido)
Se encargaba del entrenamiento paramilitar de los reclutados. Fue extraditado a Estados Unidos en el 2012.
— Jaime González Durán ‘El Hummer’ (detenido)
También era un líder fundador de Los Zetas que desertó al ejército en 1999. Fue detenido en el 2008 en Tamaulipas.
— Miguel Antonio Treviño Morales ‘Z-40’ (prófugo)
Desde la reciente muerte de Lazcano, se le identifica como líder único de la banda delictiva.
— Heriberto Lazcano ‘El Lazca’ (muerto)
Se le identificaba como el lider de la banda delictiva. Murió el 7 de octubre en un enfrentamiento contra la Marina.
— Rogelio González ‘Z-2’ (detenido)
Toma el mando después de la muerte de Guzmán Decena. Fue detenido en octubre del 2004 en Matamoros.